viernes, 29 de mayo de 2009

La crianza. Una proyección en el tiempo

El cachorro que hoy tenemos en nuestras manos, será en el futuro un perro adulto y con el tiempo, será anciano.
El bienestar de nuestro perro en todos los estadios de su vida, depende en gran medida, de cómo ha sido criado en sus etapas anteriores, de las precauciones que sus dueños tomaron con anterioridad.
La crianza no termina en el momento en el que el perro deja de ser cachorro.
La crianza se extiende a lo largo de toda su vida y el modo en que se los alimenta, es parte de la crianza.
Puede suceder que en el presente, vea a su perro sano y todo tipo de recomendaciones le resulten tediosas, pudiendo pensar que nada le sucede en lo particular a su perro, y por lo tanto no les de importancia. Sin embargo, el bienestar que advierte en el presente en su perro debe de continuar en el futuro.
Esta continuación es en gran medida, responsabilidad de usted.
A medida que el perro crece, se hace adulto y envejece, sus órganos, como les sucede a todos los seres vivos, tienden a no funcionar al cien por ciento, los riñones realizan su trabajo mas lentamente, sus intestinos se vuelven menos eficientes, etc.
Por éste motivo hago en ésta revista referencia e hincapié, sobre la importancia de la correcta elección de alimentos sanos y naturales para que usted le ofrezca a su dálmata o a su perro indistintamente raza o cruza a la que pertenezca.
Esta elección es una parte fundamental, que determina una modalidad en la crianza.
En esta oportunidad planteo a la crianza como una mirada abarcativa y de acción preventiva, que considera desde un comienzo, las distintas necesidades y dificultades que presenta cada etapa de la vida: como cachorro, como perro adulto y teniendo en cuenta la vejez.

María E.Pérez,

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